miércoles, 30 de septiembre de 2015

Glaucoma

Las funciones del globo ocular, dependen muchas de ellas del tamaño uniforme y constante de éste, ello se consigue por las estructuras o "humores "que rellenan el globo. En primer lugar el Humor Vítreo, de naturaleza gelatinosa, rellena la cavidad posterior del ojo. En la parte anterior se encuentra el Humor Acuoso, de naturaleza liquida y que circula desde su origen en el Cuerpo ciliar, hasta un filtro, denominado Trabeculum que se extiende en la unión entre la esclera y la cornea.
Del equilibrio entre la cantidad producida y la cantidad filtrada obtendremos una "presión intraocular", cuyos valores normalmente aceptados varían entre 10 y 21 milímetros de mercurio (mmHg). Presiones inferiores a 10 las denominaremos hipotensión ocular y mayores de 21 hipertensión ocular.
Las consecuencias de la hipertensión ocular, consisten esencialmente en un daño progresivo e irreversible de las fibras del nervio óptico a lo que denominamos Glaucoma.
El glaucoma es una enfermedad relativamente frecuente en nuestro medio, afecta a un 2,8 % de los mayores de 40 años, pero el problema más importante radica en que es asintomático hasta sus estadios finales, por lo que se calcula que un 50% se encuentra sin diagnosticar.
Existen varios tipos de glaucomas, pero el más frecuente es el Glaucoma Crónico Simple. De causa desconocida, tiene un cierto patrón hereditario que debe poner en alerta a los familiares. En todos los tipos de glaucoma el diagnostico precoz es el elemento básico, ya que las perdidas visuales que se producen antes del diagnóstico y tratamiento son irrecuperables. Las primeras fibras que se afectan en el glaucoma , son las que transmiten la visión de un área paracentral ( sobre unos 20º del centro visual) por lo que el enfermo no percibe el avance de la enfermedad, que puede llegar a dejar una visión en "tubo de escopeta" o finalmente , en casos muy evolucionados y excepcionales, la ceguera.
Enfermedades por aparatos. Oftalmología. Glaucoma
Diagnóstico:
Exploración rutinaria de la presión intraocular en los mayores de 40 años y en los casos de antecedentes familiares, y en los casos sospechosos (hipertensión ocular), realizar unas pruebas de diagnóstico y seguimiento que, básicamente consisten en la cuantificación de la visión periférica (campimetría computarizada) y el "contaje" de las fibras del nervio óptico mediante sistemas de análisis de fibras como el HRT, GDX u OCT.

Tratamiento:
Una vez diagnosticado el glaucoma (hipertensión ocular que inicia el daño del nervio óptico).comprende varias familias de fármacos, que, solos o en combinación, pretenden disminuir la producción del humor acuoso, o bien aumentar el filtrado del mismo.
Otro modo de aumentar el filtrado, en casos que no responden suficientemente bien al tratamiento farmacológico con colirios, es mediante el láser (trabeculoplastia láser), o, finalmente mediante varios tipos de cirugías, encaminadas a producir una "fístula" hacia el espacio que se encuentra por debajo de la conjuntiva.
Enfermedades por aparatos. Oftalmología. Glaucoma
Un tipo especial de glaucoma, es el Glaucoma de Angulo Estrecho. En este caso la dificultad de salida del Humor Acuso, se produce porque el ojo es excesivamente pequeño, (ojo hipertrope), y/o la catarata subyacente, empuja progresivamente al iris hacia adelante, quedando el trabeculum bloqueado, esencialmente cuando la pupila se agranda por la oscuridad, estrés, antidepresivos, y multitud de fármacos, que pueden producir un cierre brusco y por tanto una subida abrupta de la presión intraocular, denominándose al cuadro: Glaucoma Agudo de Angulo Cerrado. Si no actúa a tiempo, las consecuencias son nefastas para la visión.
En este caso, al ser de instauración aguda, con una elevación importantísima de la presión, si produce síntomas. Dolor intenso ("dolor del clavo"), Ojo rojo, disminución de agudeza visual con visión de "arco iris" en los focos luminosos y síntomas como nauseas o vómitos, que en ocasiones hacen confundirlo con abdómenes agudos.
En cuanto al tratamiento, es urgente y consiste básicamente en realizar con láser un pequeño orificio en el iris para romper el bloqueo.

martes, 29 de septiembre de 2015

Trastornos de la retina

La retina es la capa más interna del globo ocular y su misión es captar las imágenes enfocadas inicialmente por la cornea y cristalino. Una vez captadas las imágenes por una serie de células especializadas para ello, denominadas fotoreceptores, son enviadas a través de las fibras nerviosas hacia el nervio óptico, que contiene un millón de ellas aproximadamente, y finalmente hacia las áreas del cerebro destinadas a gestionar la visión.
Por sus características, puede considerarse a la retina como parte del cerebro, y por ello participa en toda una serie de patologías neurológicas de todo orden: congénitas, degenerativas, metabólicas, etc.
Nos centraremos en las patologías quizás más comunes que afectan típicamente a la retina.
Desprendimiento de Retina:
El tipo más común es el que se produce por la aparición de un desgarro en la retina periférica, por donde puede penetrar fluido y , despegar una bolsa de retina ,que puede progresar hasta afectar a la zona más rica en fotoreceptores, denominada mácula, o incluso producir el desprendimiento de toda la retina.
El origen de estos desgarros pueden ser de tipo traumático, por la tracción en el "colapso" del humor vítreo, (frecuente a partir de los 50 a con la aparición de las llamadas "moscas volantes") o a partir de degeneraciones debilitantes de la retina, generalmente en miopes de más de tres dioptrías.
El desprendimiento de retina puede o no verse precedido de la visualización de flashes y/o "moscas volantes", apareciendo finalmente un área sin visión (visión en telón) que puede ir haciéndose mayor.
El tratamiento es una urgencia relativa y consiste en líneas generales en obturar el desgarro causante, drenar el fluido y una serie de métodos encaminados a aplicar la retina desprendida a las capas subyacentes.
Es importante si se aprecian flashes o moscas volantes de aparición brusca, acudir al oftalmólogo, porque si se detecta el desgarro antes de producir el desprendimiento, puede "soldarse" con láser y evitarlo. En el miope alto es también muy importante la revisión periódica de la retina periférica aunque esté asintomático.
Retinopatía diabética:
En la evolución de la Diabetes, tanto tipo 1 como2, se producen una serie de cambios en los vasos del organismo. Este deterioro, en los vasos de la retina, puede suponer un grave daño de la función visual si no se realiza un diagnostico precoz y se instaura un tratamiento adecuado.
La denominada Retinopatía Diabética, suele iniciarse, dependiendo del control metabólico del paciente, a partir de los 10 años aproximadamente del inicio de la enfermedad, y consiste en la perdida de las células (Pericitos) que estabilizan la estructura de los capilares. Así, inicialmente se producen fenómenos de "herniación" en los capilares denominados microaneurismas, así como aumento de la permeabilidad de estos con acumulo de sales de colesterol de aspecto blanco-amarillento y brillante (exudados duros).La rotura de los microaneurismas puede también producir una serie de microhemorragias de diversas formas y magnitud. A este estadio se denomina Retinopatía Diabética de Fondo.
En la evolución de la enfermedad, se producen fenómenos de oclusión de capilares, verdaderos microinfartos, cuya representación consiste en la aparición en la retina de manchas blanquecinas menos brillantes que las anteriormente descritas, denominadas exudados blandos. A este estadio se le denomina Retinopatía Diabética Pre-Proliferativa.
Estos microinfartos presagian mayores complicaciones , ya que producen áreas de no perfusión en la retina, que estimulan la formación de factores humorales como el denominado VEGF, que intenta estimular la formación de nuevos vasos (neovasos), que aporten flujo sanguíneo hacia las áreas isquémicas. Este intento, lejos de mejorar la situación, la empeora, ya que estos neovasos son frágiles y sangran profusamente con facilidad, o bien se retraen y fibrosan produciendo hemorragias, que pueden llenar la cavidad posterior del ojo de sangre e impedir la visión durante meses, e incluso desprender la retina por la retracción. A esta fase se la denomina Retinopatía Diabética Proliferativa, por la proliferación de estos neovasos.
En cuanto al diagnóstico de la retinopatía diabética, es de vital importancia el diagnóstico precoz, por lo que se aconseja una valoración anual del fondo de ojo para detectar las lesiones iníciales. En caso de aparecer ya lesiones, es de utilidad una prueba denominada Angiofluoresceingrafía, que consiste en la observación del comportamiento de un contraste inyectado en vena , realizándose una serie de fotografías seriadas , que nos indicarán áreas de fuga o bien áreas de retina mal perfundida (isquémica).
El tratamiento consiste, inicialmente en la aplicación de Láser que nos cicatrizará los puntos de fuga (microaneurisma) y/o nos eliminará las áreas isquémicas que sacrificaremos para evitar la secreción de factores proliferativos vasculares y la aparición de los devastadores neovasos. Existen también técnicas quirúrgicas complejas para tratar las complicaciones mayores como las hemorragias de la cavidad vítrea y los desprendimientos de retina traccionales. (vitrectomía).
Degeneración Macular:
Asociada a la Edad (DMAE): En un porcentaje importante de la población de más de 60 años, se observan cambios degenerativos en la zona central de la retina. Esta zona, denominada Mácula, ("mancha", por el acumulo de pigmentos amarillentos) es la responsable del 90% de la visión que utilizamos (central), así como la visión de los colores, por la presencia de los "conos", fotoreceptores especializados en la visión del color.
El origen de la DMAE suele ser multifactorial, además de la edad, inciden factores como la dieta pobre en carotenos y antioxidantes, el tabaco, la exposición solar, etc.
Las lesiones que se aprecian son de dos tipos, básicamente: Áreas de atrofia que caracterizan el tipo de DMAE más frecuente, llamada "DMAE Seca". Se produce una pérdida progresiva y lenta de visión central. Este tipo de degeneración no tiene, en la actualidad, tratamiento, aunque puede ralentizarse el avance con suplementos de antioxidantes.
Otro tipo de DMAE es la llamada Húmeda, que consiste en la formación de lesiones blanquecinas y globulosas compuestas de materiales de "desecho" de la retina, denominadas "Drusas". Estas lesiones acaban por producir, en ocasiones, una rotura de una capa de la retina, que estimula la formación de membranas de neovasos que ascienden desde las capas inferiores (coroides), hacia la retina. Como en la retinopatía diabética, estos neovasos pueden exudar o incluso sangrar, produciendo disminución de agudeza visual brusca, con la presencia de deformaciones de los objetos (metamorfopsias) que reproducen los "abultamientos" de la retina edematizada o manchas negras en el campo visual denominadas escotomas.
En cuanto al diagnóstico, utilizamos también la Angiofluoresceingrafía y, desde hace unos años la llamada Tomografía de Coherencia Óptica, que nos ofrece unas imágenes de cortes de retina similares a un escáner.
El tratamiento consiste en la inyección repetida en el interior del globo ocular de substancias que inhiben el VEGF causante, como en la diabetes, de las formaciones neovasculares.

Cataratas

El cristalino es una estructura transparente, que se encuentra detrás del iris y que se halla unido al llamado músculo ciliar a través de unos ligamentos denominados zonula. La forma del cristalino se asemeja a una lenteja transparente y gracias a su elasticidad puede variar de forma, de tal modo que una contracción del músculo ciliar, relaja los ligamentos zonulares y el cristalino aumenta su curvatura. Este mecanismo nos sirve para aumentar la potencia dióptrica del conjunto del ojo y enfocar los objetos cercanos. Por el contrario, al relajarse el músculo ciliar se tensan los ligamentos zonulares que "estiran" al cristalino con lo que su curvatura disminuye. Este mecanismo lo utilizamos para la visión de lejos que precisa menor potencia dióptrica.
El envejecimiento del cristalino se inicia con el aumento de rigidez de la lente, por lo que el esfuerzo para el enfoque de cerca se ve dificultado. Este fenómeno se denomina Presbicia o "vista cansada" y el tratamiento consiste en aumentar las dioptrías positivas con una gafa de cerca o añadiendo dioptrías positivas a la graduación de gafa de base, mediante una lente bifocal o multifocal.
Este fenómeno se inicia sobre los 40 años, siendo progresivo. A posteriori, además de la rigidez se asocia la perdida de transparencia que, finalmente produce una disminución de agudeza visual no compensable con gafas. A esta "turbidez" del cristalino asociada al envejecimiento se le denomina Catarata Senil.
Existen otras múltiples causas que pueden producir una catarata. Cualquier traumatismo directo sobre el cristalino puede producir una Catarata Traumática, inevitable si por ejemplo se produce una herida perforante.
Otras causas de producción de cataratas son de tipo Metabólico como por ejemplo la diabetes o el hipotiroidismo o numerosas alteraciones metabólicas congénitas.
Inflamaciones crónicas en el ojo pueden también descompensar precozmente al cristalino produciendo las denominadas Cataratas Secundarias.
Finalmente existen agentes externos que pueden producir catarata como las radiaciones infrarrojas, las radiaciones ionizantes y algunos fármacos como los corticoides, tanto tópicos como orales.
El tratamiento de la catarata es quirúrgico. Actualmente se realiza una aspiración de la catarata dentro del ojo tras fragmentarla con ayuda de ultrasonidos, técnica a la que se denomina Facoemulsificación. En sustitución del cristalino se inserta una lente intraocular de material acrílico, de potencia calculada de antemano para minimizar la graduación residual tras la cirugía. Así mismo las lentes intraoculares pueden ser multifocales y/o tóricas para corregir la visión cercana y el astigmatismo respectivamente.

Trastornos de la córnea

La cornea es la lente de mayor potencia del ojo y se encuentra por delante del "diafragma" que es la pupila. Su peculiaridad es la transparencia que se consigue por la ausencia de vasos sanguíneos, logrando el aporte de oxigeno y nutrientes a partir de la lagrima y por la extremadamente precisa distribución de los queratocitos. Esta transparencia suele verse amenazada por procesos cicatriciales que desestructuran el interior de la cornea (estroma). Otro factor básico para la transparencia es la deshidratación relativa de la cornea, que se consigue por la acción de "bombeo" de las células de la capa más interna (células endoteliales), que se caracterizan por no reproducirse. Cualquier trauma o degeneración que comporte una perdida sensible del número de estas células puede provocar una hinchazón de la cornea (edema) que enturbie su transparencia.
Es lógico intuir que por sus características eminentemente ópticas, la patología grave corneal afectará a la visión.
Así mismo la cornea se caracteriza por una rica inervación de ramas del Nervio Trigémino, por lo que es una estructura que puede producir al dañarse una sensación de cuerpo extraño (broza) o un intenso dolor.
La patología de la cornea más importante es la Traumática, siendo frecuentes las erosiones cornéales y los cuerpos extraños enclavados, ligados a accidentes laborales o bricolaje. El síntoma principal en estos casos es la sensación de cuerpo extraño (dolor al parpadeo) y dolor debido a la inflamación de la pupila que suele reflejarse a la zona de la ceja. El tratamiento consiste en la extracción del cuerpo extraño y oxido si lo hay y la oclusión del ojo con pomada antibiótica para facilitar la cicatrización al evitar el roce por el parpadeo.
Otro capitulo importante, especialmente en portadores de lentillas, es la Patología Infecciosa. El epitelio de la cornea actúa como barrera de protección frente a patógenos externos. El deterioro de esta barrera puede favorecer la invasión de capas más profundas de la cornea por bacterias que pueden pertenecer a la flora conjuntival o contaminar lentes de contacto o líquidos conservantes de éstas. La presencia de una Ulcera Cornial Bacteriana, compromete la visión dependiendo de su localización respecto al eje visual. El grado más grave de esta entidad se produce cuando el germen logra acceder al interior del globo produciéndose una gravísima infección denominada Endoftalmitis, de consecuencias nefastas.
Además de bacterias, pueden afectar a la cornea otros patógenos como hongos, amebas o especialmente el Virus del Herpes Simplex que produce ulceras de repetición al quedar acantonado el un ganglio del Nervio Trigémino de por vida.
En cuanto al tratamiento de las ulceras cornéales, precisan dosis muy concentradas y frecuentes de antibióticos en colirio. El Herpes corneal se trata con Aciclovir asociado o no a corticoides tópicos. El tratamiento de las opacidades cicatriciales que comprometen la visión pasan por los Trasplantes de Cornea para restablecer la transparencia.
Dentro de la patología "crónica" de la cornea, destacan las Queratitis Punteadas Superficiales. Son múltiples y pequeñas heriditas en la superficie corneal (epitelio), que se asocian a estados de insuficiencia de lagrima (Síndrome del Ojo Seco) o agresiones continuadas de la cornea, por ejemplo, por el cloro de las piscinas, por los conservantes o principios activos de los colirios en tratamientos prolongados, por la toxicidad de los gérmenes de la conjuntiva o parpados, por la exposición a radiación ultravioleta, etc.. La clínica consiste en la sensación de "arenilla" y la menor o mayor afectación visual dependiendo de su extensión y localización. El tratamiento consiste en evitar el agente toxico y lubricar con lagrimas artificiales.

Trastornos de la conjuntiva

La conjuntiva es una membrana mucosa que envuelve al globo ocular. Se extiende desde la unión entre la esclera y la cornea, llamada limbo corneo-escleral (conjuntiva bulbar), reflejándose en la base de los parpados, superior e inferior (fondos de saco) y cubriendo la parte interna de estos (conjuntiva tarsal).Su función es de proteger de agentes externos al globo ocular aunque interviene también en la formación de componentes de la lagrima y en la defensa inmunológica del ojo.
En la conjuntiva podemos encontrar, patología inflamatoria, también denominada conjuntivitis, degeneraciones y tumores.
Conjuntivitis:
Es la patología más frecuente y tiene unas características comunes a todos sus orígenes, como son: el ojo rojo, de predominio en los fondos de saco y conjuntiva tarsal y el aumento de secreciones, distintas para cada tipo de conjuntivitis.
Conjuntivitis Bacteriana:
Producida por la colonización de bacterias, provenientes de manos contaminadas, gotitas de saliva o secreciones, bordes de los parpados, obstrucciones de la vía lagrimal, etc. Se caracteriza por ser de inicio generalmente bilateral y la secreción es mucopurulenta que suele secarse al despertar (legaña). El tratamiento suele ser efectivo con antibióticos en colirio y pomadas que controlan el cuadro en 5-7 días. En las conjuntivitis de difícil resolución o recurrentes, hay que pensar en un trastorno de la vía lagrimal o patología infecciosa de los parpados (blefaroconjuntivitis).
Conjuntivitis Vírica:
Producida por virus provenientes generalmente de infecciones víricas de vías altas respiratorias propias o de personas del ámbito familiar (hijos, cónyuge, etc.). La clínica es muy aparatosa con inicio unilateral, haciéndose frecuentemente bilateral a los 3 a 7 días. Se acompaña en ocasiones de edema importante del parpado y característicamente de una inflamación de un ganglio delante de la oreja correspondiente. La secreción en este caso es acuosa (lagrima) pero posteriormente puede sobreinfectarse. El tratamiento es sintomático porque no puede evitarse su evolución, que puede durar de una semana a un mes según la agresividad del virus.
Conjuntivitis Alérgica:
Generalmente se produce en personas con otros tipos de alergias (rinitis, asma, dermatitis. etc.) y se asocian a alérgenos volátiles (polen, ácaros del polvo, etc.).Su inicio suele ser abrupto y bilateral con un síntoma principal que es el picor intenso, especialmente en el extremo interno (hacia la nariz) de la conjuntiva, picor, que aumenta al frotarse. La secreción es acuosa o mucosa dependiendo de la intensidad. El tratamiento consiste en la administración de colirios de antihistamínicos y/o corticoides.
Conjuntivitis irritativa/toxica:
La conjuntiva es sensible a multitud de agentes externos y puede inflamarse por exposición a ellos. Son muy típicas las inflamaciones de la conjuntiva relacionadas con la exposición por ejemplo: al cloro de las piscinas, al aire acondicionado, al trabajo con ordenador, a colirios con conservantes, acompañando al ojo seco, etc. El tratamiento en estos casos consiste en la evitación de los agentes tóxicos asociada a la administración de colirios lubricantes (lagrimas artificiales).
Degeneraciones:
Suelen deberse a la exposición prolongada a radiaciones solares y, quizás la más característica es la llamada pinguecula, que es una protuberancia de color blanco-amarillento en la vecindad del limbo corneoescleral. No tiene importancia clínica y no suele requerir tratamiento quirúrgico, pero puede producir trastornos de la lubricación cornial, inflamaciones o ser la lesión precursora de el tumor benigno conjuntival mas frecuente, que es el pterigion.

Tumores:
El tumor benigno más frecuente es el Pterigion ("palmera", "uña") que suele relacionarse con la exposición la luz solar propia de zonas ecuatoriales o tropicales y exposiciones profesionales (campesinos, albañiles, etc.). Suele derivar de la pinguecula y tiene una forma triangular con el vértice que avanza lentamente hacia el centro de la cornea. El tratamiento es quirúrgico y debe realizarse antes que se aproxime al área pupilar.

Oftalmología - Trastornos de la refracción

Hablamos de trastornos de la refracción, cuando la función óptica de las estructuras del ojo, se alejan de lo que sería el ojo "perfecto" o emétrope, denominándose anisométrope.
Las principales anisometropías son:
.- Hipermetropía: produce una dificultad de visión, especialmente de objetos cercanos, precisando un esfuerzo de enfoque, que puede manifestarse como estrabismo en los niños, fatiga ocular, dolores de cabeza al final del día, etc.… A partir de los 40-50 años el ojo disminuye su capacidad de enfoque y aparece también dificultad de visión lejana.
.-Miopía: produce una dificultad de visión de los objetos lejanos, en cambio, una visión óptima y sin esfuerzo de los objetos cercanos.
.- Astigmatismo: se debe a la irregularidad de la curvaduras de las lentes del ojo, especialmente la cornea, bien de nacimiento o secundarias a cirugías, cicatrices, etc.… Los objetos se visualizan borrosos, o deformados, tanto de lejos, como de cerca.
.- Presbicia: también llamada "vista cansada". Se produce por la pérdida progresiva, especialmente a partir de los 30-40 años, de la capacidad de esforzarse para enfocar objetos cercanos (lectura, coser…). Esto es debido al envejecimiento del cristalino que aumenta su dureza, dificultándose la capacidad de curvarse y por lo tanto de aumentar su potencia como lente.
El ojo, como órgano, hay que entenderlo como una serie de estructuras biológicas cuya misión principal es el "enfoque" de la imagen percibida en la retina, para que posteriormente sea transmitida, a través de las vías ópticas, al área cerebral encargada de procesarlas. Es por ello que contamos con una serie de "lentes" ópticas, algunas fijas y semiesféricas, como la cornea, y otras adaptativas como el cristalino, que gracias a la contracción/relajación de un músculo, el músculo ciliar, varía su curvatura, variando así su potencia. Esto nos permite, por ejemplo leer (el cristalino aumenta su curvatura/potencia) y acto seguido mirar el televisor (el cristalino disminuye su curvatura /potencia).
Otro factor primordial es el tamaño del ojo, especialmente lo que denominamos Longitud Axial. El sistema de lentes debe enfocar la imagen en un punto concreto de la retina, la "fóvea", y así, si el ojo es demasiado grande, la imagen se enfocará delante de la retina, y si el ojo es demasiado pequeño la imagen se enfocara detrás de la retina, aunque en este caso una acción del músculo ciliar – cristalino podrán "adelantar" el foco hasta hacerlo coincidir con la fóvea.
Este esquema nos ilustra sobre los distintos trastornos de la refracción, teniendo en cuenta las variaciones de longitud axial. A. ojo emétrope: los rayos luminosos de lejos (paralelos), tras pasar por las dos lentes: cornea y cristalino, convergen en la retina. B. ojo miope (más grande), los rayos lejanos convergen delante de la retina, en cambio los rayos de imágenes de cerca (divergentes), logran enfocar en la retina. C .ojo hipermétrope (más pequeño), los rayos de lejos enfocan detrás de la retina, pero aumentando la potencia de la lente cristaliniana (acomodación) se logra enfocar en la retina.
Existen trastornos también relacionados con la curvadura de la cornea. El más habitual es el astigmatismo, que básicamente consiste en que la cornea no es perfectamente semiesférica, así, una parte del objeto se enfoca delante i otra detrás con lo que la imagen se convierte en borrosa y/o deforme. El astigmatismo, así mismo, puede combinarse con la miopía o la hipermetropía. La corrección de estos defectos refractivos consiste en colocar delante del ojo distintos tipos de lentes que compensen estos defectos y permitan finalmente enfocar la imagen en la fóvea. Esto se consigue con gafas o bien con lentillas, o bien "manipulando" el sistema de lentes mediante intervenciones sobre la cornea (LASIK, queratotomía radial, etc...), o bien introduciendo lentes dentro del ojo (ICL, LIO, cirugía del cristalino transparente, etc...). Técnicas que se conocen como "Cirugía Refractiva".

Lesión de menisco

Para qué sirve el menisco
En el caso de las rodillas, la funciones del menisco se centran en reducir las consecuencias de los impactos que se producen en el momento en que el pie contacta con el suelo (sea andando, practicando algún tipo de deporte o incluso estando de pie).Se podría decir que son pequeñas “almohadillas” que amortiguan, soportando cargas importantes.
Lesión meniscal
Con la edad y el desgaste que se sufre a lo largo de los años su función queda comprometida. Las causas pueden tener diferentes orígenes, por causas intrínsecas como el sobrepeso del individuo o artrosis, o bien por causas extrínsecas como deportes en las que existe cierto grado de torsión.
Cuando se habla de causa intrínseca, en la que existe cierta degeneración, en un primer momento pensamos en una persona mayor que sufre artrosis, pero no es raro que alguien joven sufra este tipo de patologías. Estamos pues delante de un problema genético, es entonces cuando la prevención adquiere una mayor importancia. En una persona joven hacer un trabajo muscular es básico para evitar consecuencias mayores.

rehabilitación lesión de menisco
En el deporte…
Por otro lado, recordar que durante la práctica deportiva las articulaciones multiplican hasta tres veces la carga que tienen que soportar en el momento de la pisada, es por ello que resulta imprescindible que todas las estructuras estén en perfecto estado. Aquellos deportistas que dedican muchas horas a entrenar pueden acabar sufriendo un desgaste que afecta de manera directa a la funcionalidad del menisco. Pero en cuanto a la práctica deportiva, cabe destacar que existen una serie de deportes en que la lesión suele ser más probable. Son todos aquellos en los que existe componente torsional y movimientos bruscos. El esquí o el fútbol son deportes en los que el porcentaje de lesiones es elevado. En el caso del esquí, la bota fija el pie y la rodilla queda “libre” lo que facilita que exista un movimiento torsional. En el caso del futbol, los tacos que se clavan en el terreno de juego por un mecanismo parecido facilitan que la rodilla pueda girar en dirección contraria a la del pie.